sábado, 18 de octubre de 2008

HISTORIA

El francotirador fue la llave para acosar y desmoralizar el ataque de las fuerzas alemanas. Los francotiradores implicados se convirtieron en héroes soviéticos. Uno de ellos era Vassili Zaitsev. Se volvió famoso después de que la prensa descubriera que logró 40 muertos en un período de diez días. Él usaba una ronda de tiros simples cuando elegía sus blancos. Esta habilidad que él tenia la aprendido mientras cazaba ciervos en los bosques cercanos a Elininski, su hogar en las colinas de las montañas de Urales. El 20 de septiembre de 1942, Zaitsev fue a Stalingrado con la 28ª División de Rifles. Gracias a sus hazañas que lo hicieron un héroe nacional, su fama cruzó las fronteras y los alemanes le tomaran un interés excesivo. El Mayor Konig despachado a Stalingrado desde Berlín con el propósito expreso de eliminar a los francotiradores soviéticos, y el primero en su lista era Vassili Zaitsev. Los soviéticos se enteraron de la misión de Konig gracias a la interrogación de un prisionero alemán. Koulikov y Konig primero hacen un estudio cuidadoso del terreno y de sus víctimas antes de asesinarlos. Luego de ser asesinados dos francotiradores soviéticos, Zaitsev comenzó a perseguir a Konig. El duelo duró por varios días. Durante este tiempo Konig mató a un Oficial de Relaciones Públicas llamado Danilov, que era el encargado en duelo de la propaganda soviética (Danilov acompañaba Zaitsev y en un acto desesperado y estúpido reveló su posición para que acabara con el alemán). Zaitsev finalmente encontró a Konig gracias a la ayuda de otro francotirador, su asistente Koulikov. Koulikov se colocó frente a un muro y levantó su casco, siendo abatido por Konig. Konig cometió en fatal error de exponerse para confirmar la muerte, y Zaitsev le dio el tiro que lo mató. La mira telescópica del rifle de su presa fue el mayor trofeo de Zaitsev, que todavía se exhibe en Moscú el museo de las fuerzas armadas. Un gran francotirador: Recientemente, el nombre del gran francotirador Vassili Zaitsev, héroe de la batalla de Stalingrado, era recordado de nuevo por todos. La batalla de Stalingrado no fue solamente la anécdota de la casa del sargento Pavlov y los sangrientos combates que se desarrollaron en la colina Mamaiev Kurgan. Es también la cacería humana que se desarrollaba diariamente entre francotiradores alemanes y rusos. En la mirilla del fusil de Vassili Zaitsev, que se conserva en el museo de la batalla de Stalingrado, la muerte acechaba a los alemanes. En la copia de la lista de los combatientes propuestos para ser condecorados y firmada por el general Chuikov el 25 de diciembre de 1942, la mención concerniente al teniente Vassili Zaitsev refiera sus cualidades excepcionales de francotirador. En aquel entonces, Vassili Zaitsev había abatido ya 225 soldados y oficiales enemigos. Era el «trabajador» dedicado de aquella gran batalla, con un rendimiento diario de diez a quince almas enviadas al otro mundo. Pero ¿a quién le preocupaban en aquella época las almas y su salvación? El que más dedicación puso en la aplicación del lema «¡Maten al alemán!», que concibió Ilya Ehrenburg para la propaganda militar soviética durante la Segunda Guerra Mundial, fue aquel hijo de un cazador del Extremo Oriente. Pero el teniente Vassili Zaitsev y sus émulos no tenían nada que ver con los asesinos a sangre fría que trabajan hoy para el mundo del crimen. Svetlana Argastseva, empleada del Museo de la Batalla de Stalingrado, lo describe como «un hombre de mediana estatura, más bien robusto, de gran modestia. Un muchacho taciturno. Nunca se ponía en primera fila en una foto

No hay comentarios: